Caminando por las aceras solitarias de una dama,
que se sienta en frente de la cama,
cuando se asoma,
para divisar su bella loma.
Un campo que a futuro,
es para caer en un agradable muro,
no más por apariencia,
le hace un gesto a la ciencia.
Se tiene por sujeto,
en los íntimo y perfecto,
por su senda,
solo habita una sana rienda.
Que hay de malo en amar,
con un mismo caudal,
sabiendo que vamos hacia un mismo río
y que mañana nos preguntarán de lo que hicimos.
Ese calendario va sin terminar,
en la fecha que se fue sin andar,
solo hay tres números en su alfombra,
con una sirena a la sombra.
Hacia el monte del Olimpo,
donde está el delicioso Limbo,
ese carcelero,
solo espera tu fiel cenicero.
Al observar el maizal,
me imagino el cañaduzal,
de tu entrada,
la que enamoró a mi terca mirada.
El tic-tac de un reloj,
amenaza al mago de Oz,
con un lobo feroz,
que se pasea sobre ti a melancólica voz.
Es el justo misterio,
de dos hemisferios,
un par sirenas tan hermosas,
que se aman como a las rosas.
Allis Albary Monsalve Monsalve -Colombia-
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