Juventud
que como un gran temporal
pasas entre vientos y aguaceros,
tú que has flotado
en anegadas tierras,
en busca del místico alimento
que le te da la vida.
Vas devorando el tiempo
como un oscuro enemigo
que se absorbe el corazón
fortificando la sangre,
para que sorprenda el alba
contemplando las estrellas.
Vida que flotas sobre el agua
abrigada por el sol
con la tibieza de las estrellas,
como algo que le dice a nuestro ser
levántate hasta llegar al cielo.
A veces te mueves con torpeza
pero con la inteligencia
y la ambición de un alma
queriendo llegar al paraíso,
plagado de fe y esperanza.
Tú que llevas los sueños
como un parpadeo
bajo el calor del mediodía,
en los surcos del hermoso prado
de la altiva juventud
como el mas bello tesoro,
mientras van llegando
los inviernos de la vejez.
Alberto Camargo -Colombia-
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