Cruzas aires segando vidas:
vidas de pueblo,
Vidas de niños indefensos,
Vidas de padres que dejan huérfanos,
Vidas de hombres que dejan viudas,
Vidas de viudas, cuyo pecado
Fue llorar a sus muertos,
Vidas de hombres que soñaron
Con jardines para sus hijos,
Vidas de trabajadores que solo
Querían paz para su tierra,
Que solo buscaban sembrar
Y sacar amor de sus cosechas.
¿Hasta cuando seremos tus víctimas?
¡Maldito y mil veces
Maldito fuego cruzado!
Jaime Enrique Otero Saez -Colombia-
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