(A Rafael Avila, q.e.p.d.)
Hace tiempo que quería
dedicarte mi recuerdo
de aquellos buenos momentos
que en contadas ocasiones
compartimos en Itimad.
Y es que, si mal no recuerdo,
nunca tú te prodigaste
asistiendo a las tertulias
que sobre temas literarios
celebramos a la semana.
Aunque pienso que quizás,
al dedicarte a pintar
y no a escribir poesía
ni utilizar la pluma
en otro cualquier menester,
fuese para ti mejor
el robarnos tu presencia
en tales celebraciones.
Y es que yo sé que el hablar
a ti no te hacía falta,
pues al plasmar en tus lienzos
esas preciosas imágenes
llenas de vida y color,
que quedarán para siempre
dando mudo testimonio
de tu incomparable arte,
ya con ellas expresabas
mucho más que lo que algunos
quieren decir de palabra
o quizás con sus escritos.
Además de todo ello,
yo siempre recordaré,
tu gallarda compostura,
tu siempre saber estar,
y tus educadas maneras
en todos aquellos momentos
en que, tertulias incluidas,
llegamos a coincidir.
Quiero por ello decirte
que ahora que tú ya te encuentras
a los pies del Nazareno
titular de tu hermandad
en la Iglesia de la O,
los que aquí hemos quedado
y fuimos tus compañeros,
siempre te recordaremos
como esa buena persona
al que un buen día tuvimos
la suerte de conocer.
José Pedro Caballero Sánchez (Sevilla)
Publicado en la revista Aldaba 32
No hay comentarios:
Publicar un comentario