Se besaron sin tocarse los labios, conocieron el color de su alma sin saber el de la piel, vencieron la distancia infame, derribaron la frontera de la ingrata ausencia, viven su romance en la pasión escondida, se disfrutan pensándose en el paraíso de la imaginación.
Se abrazaron sin estar cerca, descubrieron que el aroma del deseo es la del viento, rozaron sus deseos y erizaron sus sueños, se miran todas las noches cuando cierran sus ojos, y se abrazan todo el día cuando abren sus brazos, escuchan su gemir en el silencio, sienten el sudor de sus deseos en el suspiro suspendido del tiempo.
Se sintieron sin abrazarse, no se sueltan sin estar cerca, sin hablarse se piden a gritos, tocaron sus secretos sin conocer el lunar escondido, caminan sobre nubes correteando ilusiones, niños adultos jugando a volar con madurez razonada, cuerdos en la locura de las pretensiones, hambrientos de besos, conformándose con versos caprichosos de tentaciones.
Luis Emilio.
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