Dios en su infinita bondad,
y amor total nos ha regalado
entero su corazón junto con su mano
para brindarnos ese afecto cariñoso
con su amor total, y nosotros
deberemos recibirlo con la humildad
de nuestros espíritus bendecidos
previamente por Dios mismo
al momento de nacer.
Cuánto amor sentía Dios por nosotros
que a nosotros su corazón regaló
pensando en que nosotros también
le brindaríamos todo nuestro amor
en agradecimiento a su bondad
mas sé muy bien que triste Dios
en este mismo momento está
pues aún no puede comprender
como algunas almas prefieren
simplemente odiar a su semejantes.
Dios sin esperar nada a cambio
nos ha regalado su corazón
deseando que nosotros a la vez
regalemos nuestro corazón
a nuestros semejantes humanos
como a la misma madre naturaleza
en agradecimiento total a su amor
como a cada maravilla que nos brindó
desde ese mismo instante de nacer.
Un bello corazón color rojo
protegido por otro corazón
que nos entregó Dios a nosotros
para así compartirlos al mundo
con todo nuestro amor y paz
demostrando agradecimiento,
y una gran humildad hacia los demás
respetando las obras de Dios
hasta nuestra presencia futura
cuando le rindamos cuenta
al llegar al mismo jardín del edén.
Claudio Kruger Ahues -Chile-
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