¡BÉSAME!

Bésame,
como solo tú
sabes hacerlo.
Bésame,
con tus besos
de fuego lento
que encienden
de golpe mi pasión
por dentro.

Bésame
con tu lengua
loca
entrelazada
con la mía
dentro de mi
ardiente boca,
que ansiosa
por ti cada día
impaciente espera
y te provoca.

Bésame,
hasta que el fuego
de tu desnudo beso,
despierte el Vesuvio
dormido de mi simiente,
y el ardor de mis lavas
calientes se deslicen
en torrentes
sobre tu vientre
de fina seda
hacia el encuentro
de dos mundos.

Besa mi cuerpo,
bésame
como nunca,
recorre
con tus calientes
y húmedos besos
mi alma entera,
y con el pincel
de tu lengua
palmo a palmo
desliza los óleos
más coloridos
de nuestros
más ardientes deseos
en el lienzo de mi piel
cetrina y desnuda.

Observa cómo
mi cuerpo arde
en esplendorosas
y alucinantes
llamaradas.
Une tu boca
a mi boca
y tu pecho a mi pecho
y atisba por una rendija
de mi alma
lo que mi corazón
siente y no miente.
Coloréame
de arriba abajo,
de abajo arriba,
no dejes centímetro
sin recorrer
todo el lienzo
impoluto de mi piel.

Electrízame,
llévame
hasta la locura,
hacia un éxtasis
inimaginable,
de pasión, lujuria
y desenfrenada
pasión
de lavas ardientes.
Ardemos en ansias,
nos sofocamos,
nos adentramos
el lo más profundo
de nuestros
recónditos secretos
inexplorados,
y todo eso en la chispa
de un sólo beso.

Un beso,
tan sólo un beso,
me transporta
a tu paraíso
de embelesos,
descubre de par en par,
el edén de tus encantos.
y hacen de mí,
el hombre más dichoso
y enamorado,
y de tí, ...
la mujer más deseada,
la más amada
y bienaventurada.

George Rivas Urquiza -Perú-