Me desperté en la boca de tus vicios
mojada entre tus ríos de deseos
vencida en sacudidas y jadeos
carente de recelos y prejuicios.
Envicié entre mis piernas tus suplicios
insaciable en tus locos balanceos
vesánica y perdida en devaneos
gozosa por tan dulces sacrificios.
Me desperté embriagada en tu sazón
en mis ansias carentes de decoros
y en espasmos exiguos de razón.
Depravé a la decencia en mi fricción
seduje a la impudicia por tus poros
y lasciva injerí tu excitación.
Mª José Redondo Sánchez.
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