Nochecina... (Ella)
Ya casi es la hora
de entregarte mis
versos...
La hora de decirte
despacito que la
luna no es de queso
y que yo...
Aunque tengo miedo
de ser alba, de ser
boreal, de abrazarme
con el viento y hacerte
soñar...
Me hago a un lado y
te doy mi aventura
para que la aceptes
primero,
libre de ataduras y
seas cómplice
conmigo de este alto
vuelo, de salir juntos
a respirar, los 12 meses
del año oliendo a
mirarnos con la
tinta de palabras de
cada noche desmenuzada
por querernos avisar
sin voz, que una letra
complicada se hizo
eco y viajó desnuda
sin tonada, hacia tus
manos sin mi voz y se
besó sin nombre por
culpa del amor y los
desvelos, las estrellas,
la luna pintada de
cariño y la copa de los
árboles bañadas con
el azul de mis versos
se rompieron entre risas
por los rumores...
Y la nochecina
atolondrada también
nos esperó...
CARMEN CONCEPCIÓN -Puerto Rico-
Nochecina nívea... (Él)
Tic, tac, tic, tac...
corre el reloj...
¿Dónde andarás?
El tiempo avanza y
la nochecina invade
nívea.
Burlona carga de miedos,
a mi inseguro e ingenuo corazón...
¿Por qué no has llegado?
¿Dónde andarás?
¿Te has olvidado de mi obsequio?
Nívea nochecina invasora.
Me confundes con temores derroches de sonrisas
que vuelven rosados tus pálidos contornos llenos de cariños en versos azules.
Versos que se tornan canción.
Dulce obsequio....
Luna que creía de queso.
Rumores atolondrados
aguardando entre mi alma y las sombras
un pálido beso...
Juan de Dios -Argentina-
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