Al espacio infinito vuela mi alma
suspirando.
Lucha por elevarse ¡Tiranía voraz!
De las gruesas cadenas
a la amplitud etérea.
Olivares espesos de nudosas raíces,
verdor soberbio,
verde es el alma,
verde es el suelo,
¡Verdeando!
Verdeando mi ansia, ata el deseo,
¡Verdeando!
Un bálsamo fugaz se ha derramado,
los olivos de herrumbre
sienten,
por sus venas rugosas,
circular nueva savia, sus botones aprietan
verdeando.
INMACULADA NOGUERAS MONTIEL -GRANADA-
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