lunes, 5 de octubre de 2015

A VECES


Duele dejar el polvo gris
sobre tu estela
a pesar de tu inmensidad,
igual que si fueran un puñado de sueños rotos,
a veces muerde en las entrañas
que ya no estés
y aprieto los dientes
para saber que he de seguir caminando
impulso a impulso,
como si fuera el último
porque a veces te veo tan nítida
que juego a creer en el final de esta pesadilla sin final
viéndote bailar en la aurora
sobre el rocío
a lomos de un corcel níveo como las estrellas
y aguanto, como el valiente que no soy,
cumplir con aquella promesa
que dejé en tus labios al marchar
aunque a veces
necesite salar esta mar tan tranquila
con empellones de rabia
desilusión y justas quebradas
similar a un niño perdido entre pétreas runas
caricias de olas frescas
o guerrero vuelto de la derrota
a veces, te echo de menos
y bebo las mieles
de un nuevo mundo
lleno de ti, de cordura para asirte bien fuerte
no dejarte caer
mientras pasan los días de otoño
este disoluto aguacero
que se escapa sin comprender
de entre los lerdos abrazos al aire
dibujados por mi cuerpo, en esta danza sin concluir
a veces
tantas veces, madrugo y te busco en la brisa
cual si fueras ayer,
un hoy o un mañana, mi amada y quimérica ilusión.

Santiago Pablo Romero -Trigueros-

No hay comentarios:

Publicar un comentario