Abrazo la poesía que lleva mi alma,
se me confunden las horas asomada
al balcón de su magia,
dejando mi corazón en cada orilla de sus
palabra.
Esa ciega inquietud que me atrapa en
la caída de sus sonoros versos,
en el latir de sus prosas donde dejo
prisioneras mis congojas.
y en esa locura que es invisible,
me escondo bajo mi piel, para encontrar
ese eterno pero magistral valle de magia.
En mis noches de insomnio me encadeno a ellas,
esperando conversar con mis letras,
y ellas se convierten en polvo de oro,
acariciándome como estrellas.
Enterneciendo mi corazón,
haciéndolo prisionero de ellas.
Mi pluma se desliza como la lluvia
fina de la primavera.
mojando el papel de tinta china y
acariciando el perfil armonioso de sus
letras.
Incoloras pero sedientas,
de aire fresco, de aroma de almendro,
y del sentir de sensaciones alegres
y amargas que mi corazón lleva dentro.
y con los despojos enciendo un fuego,
donde ardan los duendes que se atrevan a
robar mis sueños.
Olivia Cortes Rubio -Málaga-
No hay comentarios:
Publicar un comentario