Así como cuando uno anda sin más que aire para respirar y dos monedas en el bolsillo y de repente llega alguien, de la nada y te hace indispensable hasta el más sencillo saludo de buenos días, deseas entonces cada carta, una sonrisa cómplice, un simple gesto de cariño, el más efímero abrazo, el más mínimo de los detalles te importa, desde el primer beso ya nada vuelve a ser como antes, sencillamente porque para ti no es alguien más, sin ser dependencia lo es casi todo, es una especie de complejidad necesaria y es ahí, justo ahí donde uno decide con quién complicarse la vida, ya no es cuestión de vivir nada mas, es cuestión de vivir para algo, de encontrarnos sentido, de hacernos más simples, llenarnos de confianza, de ser francos con los sentimientos, de esperar, de darle tiempo al tiempo, de volar a veces solo, a veces acompañado, pero volar. Así como cuando uno andaba caminando y termina por los aires sin darse cuenta
DOROTEO VEGA VEGA
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