Vivir en mares de zozobra,
tormentas y tribulaciones
no es el único destino
que lleva a los hombres
al puerto de la creatividad
ni siquiera es la única senda
de la azarosa y dulce ventura,
pues el talento, la sensibilidad y la emoción
al margen de los caminos que hollen los humanos
debe ser intensamente canalizado
para bucear en las inquietudes del alma humana,
en esa búsqueda llena de dedicación y esfuerzo
debe lograrse la satisfacción en el hallazgo,
ser poeta es ser notario de las emociones de su tiempo
enfrentándose a la vida
empapándose y absorbiendo el elixir
de la creatividad poética.
Del libro La incierta superficie de
FRANCISCO MUÑOZ SOLER
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