Un año más que se está terminando, ¡y parece que fue ayer cuando celebrábamos éste que ya se nos va! Un año más y llega la hora de reflexionar sobre todo lo que nos ha traído, y lo que se ha llevado, el 2013.
Tal vez no nos han llegado todas las cosas que hubiésemos deseado; aquellas por las que brindamos, esperanzados pero escépticos en el fondo, durante las campanadas finales del año anterior. Lo mismo, cosas de la vida, hemos recibido otras alegrías que, por inesperadas, no lo son menos y pueden llenar mucho más. Sea lo que sea, seguro que sí tenemos alguna cosa buena más que añadir a nuestro particular zurrón.
También es cierto que este año que se marcha se habrá llevado definitivamente otras cosas y, sobre todo, personas a las que jamás volveremos a ver. La vida es dura porque vamos perdiendo lo que amamos, aunque nunca se irán definitivamente mientras los recordemos.
Por esas personas que nos dieron tanto, que nos llenaron, que conformaron parte de lo que somos ahora, merece la pena brindar este fin de año porque, como decía Gerald Brenan, el autor de “Al Sur de Granada” o “El laberinto español”, la muerte verdadera es el olvido.
Recordemos, no con nostalgia, sino con amor y una sonrisa de agradecimiento en el rostro, a aquellos y aquellas que aún siguen siendo mucho para nosotros. Hoy, sobre todo, a mi querida Pilar.
Francisco J. Segovia -Granada-
No hay comentarios:
Publicar un comentario