En tiempo y en espacio tan cercana,
y en estremecimiento tan distante.
¡Qué maldición de caballero andante,
en rastreo de estrella tan lejana!
Remota residente del mañana
frente al cautivo de hoy, qué discordante
cada actitud, si la una trashumante,
la otra en espera de atención temprana.
Nadie más lejos que quien vive al lado
del amante recóndito, ignorado,
cuyo destino es falsa expectativa;
de quien ve desangrarse la esperanza
de dar un paso al frente, y que si avanza
descubre sólo una actitud esquiva.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
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