Es la palabra máscara de arcilla
disfrazando la intrínseca belleza,
la verdad, el engaño, la tristeza,
que nos arrulla el alma o la acuchilla.
No es el significado, está a la orilla
de cuanto teje o forja la cabeza;
ni es el concepto, sólo la corteza
que encubre más que exhibe o apostilla.
Las que de ti melódicas me llegan
no sé si me reiteran o me niegan
lo que yo considero que formulan.
Las escucho con cierto escepticismo,
por el inevitable dualismo
de lo que piensas y lo que articulan.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-
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