¿Serás, amor, un largo adiós que no se acaba?
Pedro Salinas
Soñando con semáforos en verde,
llegué a tu vida, sí, llegué en un taxi
al filo de la medianoche. Estabas
al borde de una calle. No sabías
que a nuestro alrededor era la lluvia
un libro abierto para decirte todo
lo que no supo nunca decir nadie,
que era el mismo amor que se acercaba
quien me dejó a tus pies, bajo el semáforo
que, altísimo, latía igual que el corazón
que el tráfico detuvo de la ausencia.
Porque me viste allí, y nos dijimos:
«Hoy dejas de esperar porque te llevo
si tus labios me indican el nombre de tu calle».
Y ciegamente, al fin, de camino a la noche,
la ciudad prolongamos con los besos más breves.
Luego me dije si serías tú
un largo adiós que no se acaba...
Amar, desde el principio, es separarse.
Alejandro Lérida Hormigo
Publicado en la revista LetrasTRL 58
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