Recuerdo lo que será, aquella
luna de ayer pagando el mañana,
luz tenue atravesando la tela
delgada, era el contorno de tu
silueta mostrando el paisaje
peligroso, invitación con anzuelo
tentador con punta de fuego,
arrecife con pechos en ostras
de lo prohibido avivando más
la locura ¿recuerdas lo que
no ha sido? Si lo sientes es
porque ya fue lo que aún espera.
Recuerdo el mañana con claridad
de ayer, vestida de púrpura
levantabas el polvo del atrevimiento,
revolvías las aguas en mis manos
discretas, removías el candor
reinante imponiendo amenaza
mordiendo tus labios, acorralabas
mis deseos con inquietante escote
dejándome víctima de tus huellas
¿recuerdas el beso que aun no ha
sido? Vive aun en mis labios aunque
ya fue tuyo, ya no está en tu boca
aunque no ha sido mío.
Recuerdo nuestra desnudez aunque
no te he visto, piel como manto blanco
de tulipanes retoñando ante mi antojo,
deslúmbrate pradera llamando a reposar
en ella, arranqué de tu tierra suspiros
con caricias suaves, coseché gemidos
en el jardín de tus deseos, fuimos vientos
de la misma tormenta ¿recuerdas cuando
hicimos el amor sobre la grama que no ha
nacido? Tengo en mi espalda la cicatriz
de la huella que aun cuelga de tu mano,
tienes en la memoria la imagen de mis
ojos yendo y viniendo sobre tu universo.
Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-
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