En esta noche de luna llena, estoy a punto de alcanzar a ser.
Falta un peldaño para que el ganador logre su laurel.
Allá, en la más profunda noche del universo
También a un agujero negro lo penetra un sol.
Pronto se posará sobre mis hombros un horizonte.
Plantado de risas, sueños y suspiros;
aflicciones, errores y arrepentimientos.
Cuando ya sea, allí estará ni nombre,
una memoria por cosechar
y unos dedos por florecer.
Al clarear, un hombre y una mujer partirán a trabajar.
Ya en el vientre de ésta me incubo y me multiplico.
Aunque ella ignora que allí, ya empiezo a descomponerme.
Jaime Arturo Martínez
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