Desde el pasado lunes, al sentarme ante el ordenador veo enfrente dos objetos de barro: uno, un botijo, recuerdo de mi amigo Manuel Tellez, director de Radio Arcos, quien me obsequió con esta joya el día de mi entrevista en su programa.
Y dos, el cantarito agujereado que me ha regalado el grupo de poetas organizador del XX Encuentro de Poetas en Red celebrado el pasado fin de semana en Bailén, que recuerda el heroico gesto de María Bellido durante la batalla de Bailén: aquel día, la temperatura rondaba los 50º y los soldados franceses y españoles se deshidrataban, asfixiados de calor. Muchas mujeres llevaban agua a los combatientes españoles, entre ellas, María Bellido, quien en medio del fragor de la artillería y los fusiles subió la colina para llevar agua al general. En el momento que alzaba el cántaro para entregárselo una bala lo atravesó y lo rompió en pedazos. Lejos de amilanarse, María se agachó y recogió un fragmento que contenía agua y con él le dio de beber al general.
Cuando la Reina Isabel II visitó Bailén, le entregaron una bandeja que contenía un cantarito de plata y la misma bala que rompió el cántaro de María Bellido entre hojas de laurel. Para mí, estos dos objetos son dos recuerdos imborrables de dos momentos muy agradables de mi vida.
JUAN PAN GARCÍA -Puerto de Santa María-
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