lunes, 3 de septiembre de 2018

MIS MANOS INTRUSAS.


Ardor en tus besos fueron excusas
incendiarias teas llenaron mi mente,
y sin pretenderlo, así de repente,
se hizo el hacer de mis manos intrusas.

Sentí el roce de mis manos intrusas
entrando a ésa, tu fruta prohibida,
y abrió la fuente, fuente dormida
dejándome probar sabias reclusas.

Llegaron a mí, tantas sensaciones,
que se acumulaban muchísimo más
al sentir en mi piel, tibias convulsiones.

Te juro que no son ideas ilusas
sino firmes y tan dulces deleites
que dejan en ti mis manos intrusas.

Roberto Batista Pargas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario