Despacito tú a mí vida entraste, muy despacito fuiste poco a poco entrando a mi corazón,
y yo con locura cada día te sigo amando más y más.
Muy despacito tus labios con dulzura te ibas apoderando de los míos y despacito poco a poco
las caricias se fueron calentando.
Entre tus brazos y los míos nos fuimos enredando y todo de mí te fui entregando.
Con emoción y ternura nació el amor,
se apoderó de mí y de ti la pasión,
y entre éxtasis y frenesí nos fuimos amando.
Atrapándonos el fuego puro,
puro fuego entre tú y yo enardeciendonos los sentidos
en las más pura ansías de los dos.
Tú dulzura me hipnotizó,
tu fogosidad me tomó,
entendiéndose mí cuerpo y mi piel,
y así mi amor muy despacito te prometí contigo en la eternidad siempre estar.
Siempre estaré a tu lado amor, en ésta mi vida, en la alegría o en la adversidad,
a mi lado estarás hasta la muerte y si fuera necesario amor más allá de la eternidad.
Dorysmar Ortiz -Venezuela-
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