Cuando converso
con tus ojos,
navego en tu alma.
Tus dos luceros,
me transportan
a una mágica
dimensión.
Es glorioso sentir
tu presencia,
me obsequia
felicidad.
Me acaricias y
me arrullas con esa mirada
angelical.
Cuando el alba,
se pierde,
me reencuentro
con tu ser.
Tu mirada me serena,
llenándome de Paz.
Y a su vez se escucha
un eco apacible
que me indica
que tú estás.
Eres un ser que
me inspira
avanzar.
Tu alma saluda
a la mía en cada
despertar y conversan
aún en la distancia.
Es la fuerza del amor
que fluye y te encuentra
en mis días desolados,
mi eterno enamorado.
Tu sonrisa es un reflejo
que me lleva al éxtasis
del infinito, observando
la grandeza de este mundo
terrenal y me invita
a elevarme, dando gracias
a la vida por que tú estás.
Te presentaste de la nada
y ahora eres mi todo
y me invitas a que vivamos
juntos una eternidad.
F. Janeth Elizarraraz O.
No hay comentarios:
Publicar un comentario