La idea de tus ojos,
es más que la visión
que tengo de ellos,
pues subyugan la memoria
en su hipnótico reflejo.
Es que antaño fueron faro
y en su alumbrar derretían
los presagios de tormenta,
conduciendo al navegante
sobre la espuma salobre.
Hoy tu mirada aposenta
el maná que me alimenta
en la fragua del torrente,
que por sus venas derrama
el río que se despeña
en la laguna encrespada.
Por eso el rayo certero
prístino sube raudo,
montando aquel beso herido
que no encontró su destino
sobre la faz de la tierra.
Será nuevamente un día,
de callar ante tu mirada
guardando la fantasía,
de estos deseos hambrientos
avanzando para esconderse
en un rincón de tu cuerpo.
Y allí besar suavemente
esa mirada enquistada
en lo más profundo del sueño,
que un día emitió un suspiro
y reclamé como mío
para guardarlo en el alba.
José Luis Gareis -Argentina-
No hay comentarios:
Publicar un comentario