Trepé las torres del subconsciente
para asediar un cuerpo tan inerte
como desalojado de amantes besos
y cubierto de otros, dados din derecho
porque no justifica quererte
tu firma en un documento.
Despertaré en tus ojos, si lloran
el deseo que no te perdona
porque lo dejaste de lado,
por rendirte, sin pensarlo...
voy de tus labios a tu boca
aunque sólo sea para recordarlo.
Y recordarte que te quiero
a pesar del muro de tus miedos
sin saber, ni desde cuando,
ni porqué estoy bajando
mi boca, detrás de mi dedo
tampoco sé, que estás esperando.
Para unirte curiosa al juego
donde no gano, si no pierdo
por bien que tire los dados,
yo, ya me estoy desnudando
para apoyarte sobre el tablero
que has de regar con tus besos
y gritos desesperados
que nos verán rodar por el suelo
apretando los nudos de nuestros brazos.
Luis Maria Saiz Laso
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