Coloque los peluches en fila,
cada uno son mi compañía,
un ruido en mi estomago se escuchaba,
pensé en lo que en la cocina se preparaba,
decidí acudir a mi madre,
tenía demasiada hambre,
estiré mis manitas apuntando a la comida,
ella me ignoraba, su reacción no comprendía,
decidí tomar un plato vacío,
se lo mostré para que me entendiera,
me comenzó a gritarme cosas muy feas,
me dijo que me dejara de travesuras,
que era un mudo tarado,
grité para que no me dijera eso,
hasta lágrimas derramé con descontrol,
comenzó a darme palmetazos en la boca,
me lanzó a la cama de mi cuarto,
me repitió que era mudo y encima tarado,
al cerrarme la puerta continué llorando,
me senté en la esquina del cuarto,
tomé mi cabeza y simplemente lloré,
sentí que no me quería,
que mi nacimiento fue un maldito error en su vida.
Kardenal de los sueños(Dennis Olivas) -Perú-
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