Son palabritas
sueltas fugaces
que con el tiempo
se fueron armando
frases llenas de ternura.
En tiempos
de desesperanzas
cuando el dolor atacaba
como lo hace hoy,
tus palabritas sosiegan mi calvario.
Sola y triste
en la habitación
lloro en silencio
lloro de angustia
desbordada por el dolor.
A veces pienso
que Dios no me escucha
o ¿qué pecado tan grande cometí
para que él, no escuche mi clamor?
Tal vez mi pecado fue nacer...
Derrotada como un soldado,
se entrega al enemigo
sabiendo lo que ha de padecer.
Recurro a tus palabritas llenas de ternura
me devuelven la paz y la cordura.
Luché y lucho para no caer,
pero siento que mis fuerzas
se van debilitando...
De nuevo busco el sosiego
de tus palabritas levantan mi ánimo y sigo de pie.
Perdí tantas batallas
que ya estoy tan cansada.
Azotada por la vida
me apego al llanto buscando consuelo
intentando escapar del dolor...
¡Cuántas veces más
has de ser mi pilar!...
Sintiendo el alma marchita,
el corazón fatigado
de tanto esperar un milagro...
Alena Gaspar -ARGENTINA-
No hay comentarios:
Publicar un comentario