Si tu destino está abierto
huye por el clamor del árbol
ve por el camino que cubre tu sombra
y recoge el aclamado aroma.
Si en lo sinuoso te encuentras
y observas que está inseguro
tranquilo, respira hondo
y con el oxígeno aclaras todo.
Si las puertas se abren
ten versos impregnados de existencia
hechos de tinta verde extraída del pasto.
Pues, ¡qué cunda el amor!
por aquella ostentación
de buscar alguna esencia.
Sales de un estado de encierro
y solo adviertes lo que haces
pero ya expuesto, eres parte del todo.
Hazlo por la fuga de la tristeza
o la condenación del tedio
y camina saludando lo natural.
Y por la consecución de lo claro
por el auspiciado bienestar de aire
después de haberla cruzado, ¡vive!
Fernando Zuñiga Fajardo
No hay comentarios:
Publicar un comentario