ENSOÑACIÓN.

Paseándonos íbamos tú y yo,
con el viento briznando danzando
como cirios
y el polen pintando los campos,
como último suspiro del día.
Mis dedos entre tus manos;
entre sonrisas y claveles perfumados,
emerge el impoluto sentimiento.
Desde la cima de la fecunda montaña, se ve, un alegre sol oteando.
Y siento que nos abraza el crepúsculo,
como preludio del manto estrellado,
así en silencio, es como se escuchan las palabras,
en tu pupila y en mis ojos callados.
Es la mística noche, envolviéndonos va
con sus aromas magistrales,
son flores blancas
son caricias.
Tú a mi lado, y este caminito se hace estrecho
así, hasta despuntar el alba.

Gloria Judith López Soto -Colombia-