Hay veces que te golpea el desencanto
Te sacude el hastío en medio del amor.
Basta un gesto o un hecho imprudente
Algo desconsiderado y torpe
O tal vez algo simple... impensado
Hay veces que la confianza no puede
Levantar la cabeza de la almohada.
Uno quisiera detener el desastre
Salir en defensa del misterio
Sin apenas más defensa que un guijarro,
En la mano el candor blande
una honda, imponente y temible...
El desencanto...
Contra la pared cuento hasta diez
Jugando al escondite con tu sombra.
Pero te busco y no te encuentro
Solo tropiezo con tus ojos extraños
Y esa sonrisa ajena... sin tu risa
En el desván el anhelo trastea
Entre recuerdos que llenaban
mis bolsillos.
Hay veces que quisiéramos
cerrar la puerta al olvido
Contenemos la respiración agazapados
detrás de la puerta escuchandolo acercarse
Inexorablemente...
Miroslava Ramirez
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