domingo, 23 de abril de 2017

CÁNCER


Acaricié el dolor bajo tu mirada,
la huella que de mis labios se borraba
y un momento en el incómodo silencio
que tus ojos buscaron en mis dedos
sin la tregua de las palabras
entre los pasadizos del miedo.

Negué a tu corazón el castigo
por un delito que no has cometido
pero tuve que recordarte las promesas
y el examen a que éstas nos condenan,
tan solo somos víctimas de los caprichos
de un amor, que nos pone a prueba.

Besé las flores de tus pensamientos,
besé el camino que mis manos recorrieron,
besé las lágrimas de ese secreto
que no guardaste cuando juramos querernos
y besé la vergüenza de los ateos
porque... a tu lado, lo malo se torna bueno.

Rocé los poros de tu alma
dejando que también me desnudaras
mientras mi pecho, devolvía a tu pecho
los latidos que te robó el tiempo,
las caricias de las que te ausentabas,
las miradas que tanto evitabas.

Y besé el conjunto de tus elementos
besé... la ausencia de tus complementos
te besé... mientras te robaba
el dolor que habita bajo tu mirada
y... con todo mi amor... un beso.

‎Luis Maria Saiz Laso‎ 

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