No le oculto pena al viento ni abrazado
al rencor me conoció el sufrir.
Mi alianza con la muerte es controversia y el
alma coqueta se mira en los espejos;
juega con ángeles despeinados e invisibles.
Despreciado el Mundo e imbuido en tiempo
envejece y las bocas exhalan ritmos a soto voz:
lamento de obóes y llantos en las zampoñas.
A trabajar –maestros de obra y arquitectos.
Médicos y científicos en exuberancias, belleza
artificial en las Mujeres.
Es niebla, es lluvia, es la hora triste en que la luz
titila,
y mis manos blandas forman barquitos de cartón.
Del libro En las cartas que leía la Bruja de
OMÍLCAR CRUZ RESTREPO -Colombia-
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