A veces oigo el mar usando mi corazón de caracola; narcóticos efectos, parece que me calma, pero al regreso, la vida que me llama, ajena a lo que pienso, ajena a tanta nada; ¡qué mundo más complejo!... ¿tan sola está mi alma?
Moisés Guillermo Morales Herrera
No hay comentarios:
Publicar un comentario