A ti madre tierra, a ti, que de tu selva
escucho el gemir, de tus dolores de parto
a ti que gritas y retumbas en protesta
porque tu flora y tu fauna, han destruido.
Tú que solo nos das frutos y alimentos
y todos esos tus paisajes, tan hermosos
que humanidad, tan bárbara y perversa
que quema, tala tus árboles y te contamina…
Hoy lloras, porque al hombre no le importa
el daño que provoca el recalentamiento
del globo terráqueo, cuanta desolación y tristeza.
Que provoca el hombre cruel, sin alma…
que con sus inmisericordes y destructoras manos
tus montañas, mares y ríos, destruye y contamina.
Mirna del Carmen Orellana Romero -Honduras-
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