Los surcos se cierran,
la semilla apenas germinante, se diseca,
en la penumbra de falsos Dioses y sus secuaces,
desiertos inmisericordes de dunas y maldades,
tragan sueños, absorben esperanzas...
El mar rabioso ruge en sus olas,
vomitando el odio de viles asesinos.
El Dolor y La Muerte, rasgan las arenas ardientes
devorando cadáveres, atrapados en su huida,
no hay luz, no hay brisa, sólo abismos profundos,
se derrumban sobre las tiernas semillas,
montículos de infortunio, miseria de Dioses,
La Muerte, anda suelta cargada de remos,
se escuda aferrándose, con sus garras sangrientas,
arrancando corazones de niños inocentes,
que buscan crecer en medio de abrojos y ser hombres...
Dolor. Mundo indiferente. Odios.
Religión. Política. Gobiernos. Poder....
Dioses falsos, que devoran vidas. Traficantes
trafican con sueños, con vidas, con anhelos,
ahogan esperanzas agarrando míseros centavos,
se llenan los bolsillos ensangrentando sus lujosos trajes,
ahogándoles sin remedio, en tinieblas inciertas.
Libertad... Libertad...¡Oh Libertad...!
desgajan tus alas, hieren tu nombre.
Farsantes religiosos, de odios viscerales,
carcomidos por sus Dioses,
cual aves de rapiña llenos de odio y muerte,
carroñeros de la especie humana...
se alimentan del alma de pobres semillas
aún sin germinar, de almas en su esplendor...
Dolor...Dolor...Dolor
Abner Tomas Viera Quezada
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