No crecieron las rosas hoy. Pero quedó tu perfume en el jardin del recuerdo. Las palabras se clavaron como espinas en mi corazón. Y me quedé mudo entre el eco y tu camino. Tu figura se escondió de mi mirada y tu llanto estremeció mi alma. Entonces recordé tus ojos tu sonrisa tus besos. Pero ella no miró atrás. Y tus lágrimas se confundieron con el rocío de la mañana. Pero no logré alcanzarte en este mundo de soledades.
HÉCTOR PIZARRO GAUTHIER -CHILE-
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