No duele el amor, duele el llanto,
el deseo de querer lo ajeno
el ego y orgullo herido.
Duele la soledad de una lágrima,
la mentira escondida y la pérdida de confianza.
Duele el engaño y el rencor…
de aquel que cree perder lo que nunca ha tenido.
Duele la escasez de alimentos,
el hambre y sed de justicia,
las puñaladas y la apariencia,
Duele la envidia, y el miedo,
creer que gobernamos el mundo, y descubrir;
que no nos gobernamos ni nosotros mismos.
“El amor, ni duele, ni se pierde,
se esconde, haciéndose invisible al mundo”
MERCEDES DUEÑAS
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