martes, 2 de febrero de 2016

DULCE PLEGARIA


A ti, Santa Teresa de Jesús
Señora y admirada poeta,
te dedico desde mi corazón,
mis humildes y silenciosas letras.
Te abrigo en la dulzura de mi pensamiento,
donde brotan las flores de aroma a romero.
Oración es la delicia delicada de mi alma
donde yo te albergo.
Y en tesoros de amor se van convirtiendo.
Tú que amaste a Dios, entre los silencios
callados de tu corazón.
Tú que abrazabas la devoción,
y la entrega a NUESTRO SEÑOR.
Que sentiste la paz la alegría y la humildad
al recibir a Dios.
Cuanta riqueza y gloria tenía tu corazón,
que los pobres y los débiles eran
tu mayor misión.
Qué hermosa labor, y qué linda misión.
Tu entrega espiritual a Dios.
Cuanto amor dejasteis en palabra
que salían como perlas blancas, de tu corazón.
¡Señora mía! Te imploro con toda mi devoción,
que intercedas por nosotros, débiles humanos
ante Dios, que yo soy simplemente
una humilde servidora del Señor.
Mis plegarias son muchas, mis oraciones son un
montón, pero sé, que solo una tuya llegará con
fuerza a su corazón.

Olivia Cortes Rubio -Málaga-

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