Señor...
Oh mi Dios, por todos soy aborrecido
cada uno tiene algo que decir en contra mía.
Mis enemigos hacen fiestas en sus casas.
Brindan con las ventanas abiertas
se emborrachan y bailan toda la noche
felices de verme abandonado por Ti.
Señor, soy extranjero en mi propia tierra.
Cuando volví a mi pueblo
mis vecinos cerraban puertas y ventanas
para no verme pasar.
Los perros al verme ya de lejos
se levantaban y corrían a ladrarme.
Cabizbajo camino por las calles
no tengo donde ir, donde esconderme.
Mi madre y mis hermanos me han negado.
Adonde voy los niños me siguen detrás
tirándome piedras y burlándose de mí.
Señor..
Oh mi Dios, perdóname, acuérdate de mí.
Patho Palma
Compartido por Patricio Antonio
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