martes, 1 de diciembre de 2015

SALMO DEL ALMA.


Señor...
Oh mi Dios, por todos soy aborrecido
cada uno tiene algo que decir en contra mía.
Mis enemigos hacen fiestas en sus casas.
Brindan con las ventanas abiertas
se emborrachan y bailan toda la noche
felices de verme abandonado por Ti.

Señor, soy extranjero en mi propia tierra.
Cuando volví a mi pueblo
mis vecinos cerraban puertas y ventanas
para no verme pasar.
Los perros al verme ya de lejos
se levantaban y corrían a ladrarme.

Cabizbajo camino por las calles
no tengo donde ir, donde esconderme.
Mi madre y mis hermanos me han negado.
Adonde voy los niños me siguen detrás
tirándome piedras y burlándose de mí.

Señor..
Oh mi Dios, perdóname, acuérdate de mí.

Patho Palma
Compartido por Patricio Antonio

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