Te pasas los días contemplándote
dentro de un vaso de cerveza;
en ese burbujeo de trigo y cebada.
Hay un presentimiento que roza las paredes de tu vaso
que al fin y al cabo es tu casa.
Tus manos que parecen árboles
son lúpulo y cebada...
Hoy son tus sueños derramados
mañana se convertirán en cerveza dorada...
Te sentirás complacida
cuando ofrezcas al mundo tu dorado tesoro:
Muy pronto recogiste la sangre
con su color rubio y su aroma que embriaga.
Es muy extraña tu sangre...
es muy extraña tu casa...
Frenéticamente te mojas tus manos en ese rubio liquido;
frenética y espumosamente imprimes tus manos
sobre el vidrio de tu casa
y poco a poco sube sobre tu cabeza
un aroma de espuma blanca;
mientras que tímidamente el cristal
se empaña y se convierte en ¡¡deseo!!.
Rafael Chacón Martel.
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