(diciembre 2015)
Te sufriré.
¡Te sufre
éste quién te ama,
quién no toma
tu mano
en estas tempestades de diciembre,
y te sufro, y ayer también te sufrí!
Hasta hoy, mi madre
ve, no pregunta, y sufre.
¡Pregunta, sí,
sobre mi corazón también,
que ella, conoce mi verdadera,
conoce en mi vocación de amar!
Por eso, hasta en los ojos
quisiera, quisiera todo.
Y se te deja: "Cuando dejas
salir tu monstruo y no logras ocultar
aunque a ella le llegues y
a-como-des a tu boca a su oreja
regales beso que salga de atrás
y convoque abrazo tierno de madre"
Por estas circunstancias
yo sufro,
y no sufro porque piense
que no me quieres, o que en ésta:
Un mayor amor rondando esté
en esta esquina donde yo no piense.
Una indiferencia yo sufro,
y te sufro a ti, traigo todos los sufrimientos,
traigo la distancia tan marcada,
traigo de días sin verte,
traigo nudo, y hablo, a él se lo hablo,
sólo a él qué es que pude.
Él que
puede interpretar:
Que amo
que imploro
que no solo estoy
que sólo a dos días
que no curo con nada
que feliz podría, "mas",
pero
que lloro, y que no estás tú.
Reyvik.
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