SONIDO DE SOLEDAD
Caen las gotas de agua,
en una tarde de lluvia.
Descienden tímidas las hojas,
de las ramas hasta el suelo,
hostil y duro que las acoge.
Un viento se las va llevando,
una a una, en alocada soledad,
arremolinadas y silentes...
unas veces. Otras alegremente.
Pero... se las va llevando siempre,
esparciéndolas sobre los prados,
distanciándolas,dispersándolas ,
a todas ellas... de si mismas
de su recia soledad impuesta,
más allá de todos los cercos
que rodean crueles los prados.
Caen las gotas de lluvia,
llevándose todas las hojas,
por arroyos de montaña,
en arrullos de aguas viajeras,
de soledades y de silencios
EL BOSQUE
Entre el verdor de los pinos
un roble de doradas hojas,
se ve diferente y hermoso,
en su singularidad dorada.
Las hojas que se desprenden,
van murmurando por el suelo,
y en su ir y venir recuerdan:
suspiros que se perdieron
y que nadie nunca recogió
en una mañana de invierno.
HUMILDAD Y ORGULLO
Rompió la oscuridad, un rayo,
que se coló por la ventana,
al despertar el día, al alba.
Subiendo por la pared,
enrojeciendo la estancia,
con ese rubor de la mañana
que teje con total humildad,
el sentido de la realidad.
Ante ese orgullo tan humano,
que cree poseer toda la verdad.
Desprendiéndose de las dudas,
arrojándolas muy lejos...
Sin el rubor que otorga el alba,
al abrir entre sueños los ojos
regalándoles cada mañana,
ese sentido de la humildad,
tan escaso de encontrar...
!Y ellos no lo saben apreciar!.
Por eso no se avergüenzan
y el rubor, lo pone el alba,
en ese orgullo tan equivocado
de creerse en posesión total,
de una única verdad.!La suya!
Hasta que al día siguiente,
el alba pondrá un rubor,
en sus orgullosas mejillas.
Y todo se teñirá de humildad;
tal vez ahí, germine la verdad.
Romperá la oscuridad un rayo
que se colará por la ventana...
MARÍA LUISA HERAS VÁZQUEZ -Barcelona-
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