viernes, 4 de diciembre de 2015

HIJO DE TIGRE SALE PINTADO


Existía una costumbre en la época de antes de mandar a las niñas a poner flores y decorar los Altares de las Iglesias Católicas.

Una niña de edad 13 años salio para la Iglesia con las flores, floreros y telas con que decorar los Altares que la familia muy Católica había donado, los que sumaban cuatro llegó a la Iglesia y colocó todo lo que había traído en una de las bancas de la Iglesia llevaba hilos, tijeras, agujas de coser, y un metro, se sentó y con mucho cuidado tomó el metro para medir el Altar, después cortó la tela, comenzó a coser para hacerle unos pliegues y hacer una cenefa al Altar de la Virgen del Carmen que se avecinaba los días de su Celebración pasaron las horas llego medio día y el Sacerdote se le acercó y se puso a hablar con ella y la conversación se entretenían los dos cuando la niña rodó la banca para subirse y limpiar la cara de la virgen se le alzó el vestido y dejó entrever su ropas íntimas y el sacerdote la tomó a las fuerzas y le quitó la falda el interior y en plena Iglesia que se hallaba sola y cerrada la tomó y en un acto de barbarie y de fuerza abusó de la niña y le dijo que se quedara callada o sino iba a tener problemas con él la niña salió para la casa y manifestó. ¡Qué le daba mucho miedo y que no iba a volver mas sola a la Iglesia!

Pasaron los días y un mes, la niña le dio un mareo y se cayó la tía que vivía con ella no se dio cuenta pero su amiga sí y la sentó al pasarle el percance la interrogó y ella confesó lo que le había pasado, la amiga le dijo que había una señora que preparaba unos mejunges para no estar embarazada y los compraron a escondida se los tomaba que arrugaba la cara de los amargo y desagradable que eran también se montaba en unas mesas y se tiraba para inducir el aborto se montaba en árboles y se dejaba caer y no lograba conseguir lo que sus pensamientos la inducía, pasó el primer mes, el segundo y al tercero ya no pudo mas y habló con su mamá a que le dijo todo, la mamá se privó cuando se enteró de lo sucedido, salió para la Iglesia y esperó a que el cura estuviera a solas y le reclamó lo que había hechos, éste cambió de color el rostro y su actitud cambió titubeó y no dijo nada se metió en la casa cural y cerró la puerta luego con los días lo trasladaron a otro pueblo y se marchó la niña le crecía el vientre y cada día se le notaba más y más vino la tía y habló con una pariente que vivía en otro pueblo lejano y la mandó para donde ella hasta que pariera y luego se viniera con la criatura así pasó y luego que pasaron el resto de días, parió y se vino al mes para su casa, que la esperaban con ansias, al llegar lo primero que miraron fue a la criatura y le buscaban parecido.
Así pasaron los días, meses, años y el niño fue creciendo el hermano de madre, para ocultar la vergüenza y callar las voces que por debajo decían ese es el hijo del cura mira que se parece, es igualito, se prestó para darle su apellido y así poder vivir ante la sociedad aparentando al bautizarlo los llamaron Ambrosio, el niño inocente fue criado, como un príncipe le daban de todo y creció en medio de un hogar rodeado de los hijos del hermano que vivía en la otra cuadra. Así se dio su vida de niño y fue creciendo y estudiando hasta que se convirtió en un Médico y su fama creció hasta llegar a viejo y tuvo ocho hijas uno dos varones algunos profesionales y otros vivieron de otros oficios como el de secretarias entre otros.

Gaston Tarra Gallego 

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