Riachuelo amigo, recibe mis lágrimas inermes,
sólo tú puedes hacer que simule mis penas,
aflicciones y amores fallidos,
ya que tus aguas se juntan
con mis suspiros.
Siento que nos pertenecemos, ¿No sé desde cuándo?
presagio que tu albor divino irradia espejos cristalinos,
¡ven conmigo!, los dos con claridad de
palabras demos encanto a la congoja.
Ayudemos a matar el desconsuelo de tantos,
¿Hagamos un trato solemne?
ríamos con carcajadas nuestros
lamentos, para que el paseante
escuche la alegría.
Resonemos quedo en el oído de la gente,
enseñemos que nuestros ojos ríen,
y que la pena se la lleva el viento,
eduquemos que los
pesares son risas.
Que el tormento del momento, es sublime dicha,
digamos que nos esperan días mejores,
y cuando la lluvia baldee con su
bondad llenándonos la sed de
ansiedades, allí vendrán
días sin sacrificios.
Del libro "Pasos De Niña Y Poemas" de
Ariam Diesel
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