A felicidad la puedes reconocer,
la puedes conquistar
la puedes vivir
la puedes perder
pero nunca la podrás repetir.
Juan Lopresti
Ella
exiliada en sus percepciones, preguntó:
̶ ¿Qué te ocurre?
Ya no me deseas; tan solo advierto tu más tierna mirada…
Y él
luego de un pronunciado suspiro, contestó:
̶ Desde que me hiciste saber el embarazo,
me invadieron los sueños, las delicadezas y la dicha.
Ya no somos tú y yo…
Ahora somos, tú, yo y el amor encarnado.
JUAN LOPRESTI
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