sábado, 28 de noviembre de 2015

LA VIDA ES COMO UNA VEREDA


La vida es como una vereda, a veces olvidada, escondida en los pensamientos, principios que en la lejanía de la memoria queda,
pero a la mano de cualquiera para que se las pueda alcanzar.

Fue a principio de un verano, ya en ciernes de otoño, que deambulaba en apresurados pasos, huellas que mis pies dejaban, torpes, ante la irremediable llegada de la noche. Acelerar el paso, correr quisiera, pero la rapidez del miedo no deja ver claro, en franca decadencia uno se pregunta si llegará a viejo.

La vida cansa, angustia, trastabilla, oscurece con tintes y sabores amargos.

Si un día quieres experimentar ese malestar, inclina setenta grados hacia arriba, tu mirada altiva, y que sea la luna quien revele el susto reflejado ahí en donde no hay nada, solo vacío, sombras perdidas y espantos de una mente demasiado pensativa.

Y si después de ocurrido esto, a veces no puedes dormir, considera en acudir a un buen amigo, platícale lo acontecido, pídele que te ponga atención y oídos, solicítale ayuda, decile que sincero contigo sea, pregúntale si ve en ti alma de rectitud u a alguien maldecido, que si ve en ti fuerza y voluntad o puro instinto; confíale y confiésale que ya no puedes mas, que temes convertirte en el hombre que come hombres.

Gildardo Carrión

No hay comentarios:

Publicar un comentario