Me he dormido entre tus brazos
acurrucado en tu pecho,
¡Qué suave y hermoso lecho
me has brindado amada mía!
Tus pasionales deseos,
tus caricias, tus besos incesantes,
que llegaron triunfantes hasta mí
cubriendo mi sueño placentero,
y en el despertar de mi ardiente fantasía
te he visto como eres.
Quema tu cuerpo al contacto con mi piel
¡Qué fuego tan divino!
Se rompen mis labios en los tuyos
¡Sublime sensación!
Triunfantes, desafiantes,
me hieren los puñales de tu pecho
y me bebo los jugos de tu amor
donde guardas tu caja de Pandora.
Mujer...
Celestial ser de mágicos placeres,
ya mi vara hechicera se levanta
despidiendo sus chispas de poder
para llegar a ti como un embrujo
y cargada de deseos ¡Darte el toque final!
Ysidro Parra -Venezuela-
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