Cuentan que una mañana sin luz había amanecido,
donde una linda mujer en niña se había convertido;
Jugaba con sus muñecas en un parque rodeada de niños,
ella miraba como a la comba saltaban,
se llenó de niñez su mente, y la ternura se dibujaba en
su cara.
Se olvidó de ser adulta, de las horas que había vivido,
y como extraños trataba a sus hijos;
Se olvidó su nombre, hasta de sus hijos que había
parido, y hoy se sienta a los tímidos rayos del sol
y sonreír como un niño.
Olvido su vida, y de nuevo había nacido.
Olivia Cortes Rubio -Málaga-
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