Te vi en la inmensidad del universo
tú eras la fantasía de mis alegrías
percibiéndote cual sol de la mañana
imaginación que impulsabas
entre el mundo de las letras
historias utópicas que describías.
Buscabas la equidad de los pasos
regalo de cariño en tu andar
personalidad regia
inminentemente intelectual
luchando por la justicia
en un mundo aberrante
que desea a las almas doblegar.
Hombre trabajador de quimeras
a tus años continuas incansable
entregándote a la sociedad.
Pero el péndulo de la balanza
en el viaje del tiempo
te ha hecho un ser distante
mi cariño por ti no a variado
nuestros vuelos tomaron sendas distintas
diferentes fronteras.
Siempre exigiste la perfección
sabiendo que esa meta irreal
no la podía lograr
esa enseñanza de frustración y valor
soy ahora la mujer que navega en libertad.
Gracias mi viejo
he aprendido mucho en este andar.
Sandra Méndez -Guatemala-
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